
Celsa Díaz Alonso
«Porque poseéis el gobierno de una ciudad donde está el público del universo y es preciso que seáis dignos de esta tarea». Charles Baudelaire
Pues no. Al contrario. Cada vez hay menos margen para creer en la dignidad de los gestores públicos, que siguen apareciendo como cómplices del gran desastre, ya sea por desidia o por incompetencia. Un informe demoledor de la Sindicatura de Cuentas sobre el concejo de Salas lo muestra a las claras. Ante el asombro de los síndicos, las cuentas de este pequeño municipio de 5.000 habitantes son un desbarajuste. Incapaces se ven de descifrar la cantidad de irregularidades -pasadas y presentes- por la nula colaboración del Ayuntamiento. La ocultación y la ignorancia continúan presidiendo una vida municipal que cambia de caras pero no de actitudes. Y ante el estupor ciudadano, la única defensa es atribuir las culpas al otro con el consabido «y tú más». ¿Cómo era eso de la regeneración?
http://www.lne.es/occidente/2014/07/15/surrealismo-contable/1614715.html
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